Enfoque, suplemento político del periódico Reforma, publica hoy un ejercicio interesante en el que tres analistas distintos explican que deben hacer los candidatos punteros en los Estados Unidos para llegar a la Casa Blanca.
Zoe Robledo se encarga de Obama, Diego Beas (aquí su blog) de Hillary Clinton y su servidor de John McCain.
Aquí mi aportación (mismo que redacté como memorándum al interesado):
Senador John McCain:
El escenario no le es favorable.
Si bien muchos consideraban hace algunos meses que, de todos los precandidatos, usted tenía las mayores probabilidades de ganar la elección presidencial en noviembre, la contienda interna mostró que su partido está debilitado, dividido y desgastado.
Además, enfrente, tiene a un partido motivado y con energía. Es cierto que los demócratas se pueden dividir en su Convención, pero no confíe en ello. Sus contrincantes saben que tienen una gran oportunidad de recuperar la Casa Blanca. Los aires les favorecen. Ahí esta, como indicador, la participación de los independientes en las primarias demócratas que fue superior a la vista en el proceso republicano.
Hay, pues, razones legítimas para el pesimismo.
Con todo y ello, usted puede ganar la elección en noviembre. Si bien le podría ayudar eventualmente un error de su contrincante, sus posibilidades de triunfo mejorarán si toma decisiones inteligentes en torno a los siguientes puntos.
Recupere a los independientes y gánese la confianza de los conservadores
Usted ha mostrado capacidad para superar diferencias, trabajar con legisladores demócratas y asociarse a iniciativas con mayorías bipartidistas. Esta es su mayor fortaleza y los independientes aprecian esta virtud.
Paradójicamente, es también su mayor debilidad.
Algunas de las posturas que ha asumido junto con legisladores demócratas han ofendido a un sector de su partido. A ellos, hágales ver que en el 2006, su partido perdió las elecciones porque los independientes los abandonaron (entre estos, la preferencia por los demócratas pasó del 49% en 2004 a 57% en el 2006). Los republicanos solo podrán mantener la Casa Blanca si recuperan al tercio del electorado que se dice independiente. Aproveche estas semanas que los reflectores están con los demócratas para reasegurar a los conservadores que usted es el mejor guardián de sus valores. No tendrá tiempo para esto en la campaña presidencial.
Su compañero (o compañera) de fórmula
En caso de resultar electo, tendrá 72 años de edad al momento de tomar posesión. El electorado evaluará seriamente al candidato vicepresidencial y debe percibir que tiene las condiciones para ser presidente en caso de una eventualidad. Al mismo tiempo, sus correligionarios deben ver en el (o ella) a un sucesor viable si usted no busca la reelección en el 2012.
Su compañero de formula debe tener sólidas credenciales económicas. Con o sin razón, la opinión pública lo percibe a usted fuerte en temas de seguridad nacional pero débil en temas económicos. Si se confirma que la economía atraviesa por una recesión, un vocero creíble puede transmitirle al electorado un mensaje alentador. Una crisis económica es el peor imponderable que le puede pasar a su campaña.
Adáptese al tema del ‘cambio’ y defina adecuadamente su relación con la administración del Presidente Bush
Para bien o para mal, el tema del ‘cambio’ es parte del discurso político. La idea ha pegado en el electorado. Por ello, sus contrincantes buscarán que la elección de noviembre sea un referéndum sobre la administración Bush. Esto lo debe evitar. No puede darse el lujo de pagar los platos rotos de la administración actual. Recuérdele al electorado sus desacuerdos con la actual administración en varias asuntos fundamentales. Ahí esta, por ejemplo, su petición de renuncia del Secretario de la Defensa, Rumsfeld, meses antes de que ésta se concretara.
Además, usted tiene cualidades y valores –como experiencia, pericia y seguridad- que pueden ser atractivas para un Comandante en Jefe en momentos de peligro y transición.
Lleve la discusión a los temas y no a las personalidades
Usted contenderá contra la primera mujer o el primer afroamericano y un comentario mal percibido por la opinión pública en torno a sus personas puede ser mortal para su candidatura. Estará en un terreno más seguro si centra sus críticas en temas políticos. Las posiciones de sus contrincantes en materias como impuestos, salud y terrorismo son vulnerables ante los independientes. Ahí esta su oportunidad.
Integre a su campaña personas que representan la diversidad norteamericana. Esas imágenes le serán valiosas y podrán contrarrestar la frescura de sus contrincantes.
Busque a los electores hispanos
El candidato que gane el voto hispano ganará la Casa Blanca. Es cierto que en estas primarias los hispanos han votado principalmente con los demócratas; pero, en otros años han votado por candidatos republicanos (Bush, 2004). Los valores de la comunidad hispana son más conservadores y ahí tiene una oportunidad. Su experiencia como senador de un estado fronterizo es un activo. No reduzca la agenda hispana al tema migratorio (estos electores no serían beneficiados por un acuerdo y este tema minará sus apoyos con la base de su partido).
Evalúe seriamente sus posibilidades en California. Si bien los Demócratas han ganado el estado las últimas elecciones presidenciales, su trayectoria y su discurso pueden ser atractivos para los votantes en ese estado. Algunos han dicho que usted y el gobernador Schwarzenneger se parecen políticamente. En noviembre eso puede ser una virtud.
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5 comentarios:
Me gusto el artículo. Tambien tu blog.
C. Quiroz
excelente artículo
sergio vallejos
Pepe muchas felicidades por la publicación, me dió mucho gusto leerte ayer, además de que está bien estructurado y fundamentado. ¡Un fuerte abrazo!
Estimado Pepe:
Estaría genial un MEMO URGENTE para la Senadora Clinton, especialmente después de su poco afortunado desempeño en el debate en Texas Vs. el Senador Obama hace 2 días...
Recibe un saludo especial Doc.
Héctor Muñoz
Me gustó tu artículo está fácil de entender para la gente que tiene las neuronas ocupadas en otras cosas como yo, te felicito sígueme instruyendo.
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