Mitt Romney ha declinado a la candidatura presidencial por el Partido Republicano.
Aquí la nota.
¿Que implica esto? De entrada, que John McCain será el candidato republicano en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Formalmente todavía quedan dos precandidatos más en la contienda (Mike Huckabee y Ron Paul), pero electoralmente no pesan.
Aparentemente, Romney tomó la decisión ayer por la noche. El Super Martes no le fue bien pues esperaba ganar en varios estados del sur de los Estados Unidos (con una importante base conservadora). Al final, solo se llevó Massachusetts (el estado que gobernó) y Utah. En cambio, su contrincante Mike Huckabee se llevó algunas de estas entidades (como Georgia) que Romney estaba obligado a ganar. Huckabee y Romney se pelean el mismo electorado y el buen desempeño de Huckabee el martes pasado redujo las posibilidades de triunfo de Romney.
Además, Romney ya traía problemas de dinero. Le quedaban menos de $3 millones de dólares en sus cuentas. Esto, después de haber sido el precandidato republicano con más recursos, aunque también debe advertirse que la mayor parte del dinero eran 'donaciones' que el mismo hacía. Según la información disponible, Romney le había puesto más de $35 millones de dólares a su campaña. Romney es un empresario exitoso y seguramente se dio cuenta que su tasa de retorno estaba cayendo exponencialmente.
La declinación de Romney es una buena noticia para los republicanos porque ya iniciarán con el proceso de cicatrización. Seguramente una vez que Romney anuncie formalmente su salida de la contienda, vendrán los discursos de McCain (y sus contrincantes republicanos) reconociendo al exgobernador de Massachusetts.
En cierto sentido, hoy inicia John McCain su campaña. Esta realidad contrasta con lo que está viviendo el Partido Demócrata que ha entrado en una fase muy intensa (y delicada) entre dos precandidatos viables (Obama y Clinton) y que podría dividirlos eventualmente.
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