El gobierno de Venezuela informó anoche su decisión de confiscar (perdón, el término políticamente correcto es nacionalizar) la industria cementera en aquél país. Las empresas cementeras más importantes son Cementos Mexicanos (Cemex), Lafarge y Holcim.
Aquí varias notas (Reuters, Forbes, El Universal, Reforma).
Chavez dijo que indemnizará a las empresas "lo que cueste".
Todavía no hay un posicionamiento de la empresa.
En lo personal, repruebo este tipo de arbitrariedades. Pero, hay algo interesante sobre esta decisión y la reforma energética en nuestro país.
Como saben, aquí en México estamos inmersos en una discusión muy intensa sobre esta reforma y, particularmente, la participación de empresas privadas en este 'sector estratégico' (whatever that means!).
Será interesante escuchar la opinión de los políticos mexicanos que se oponen a la participación privada en el sector energético mexicano sobre lo que sucedió con CEMEX Venezuela.
Si son congruentes con sus propios argumentos, deberán aplaudir la decisión del gobierno venezolano pues el sector cementero es 'estratégico' y 'las empresas se estaban llevando el cemento fuera del país'. Tengo mis dudas que asumirán esta posición y que defenderán la decisión del gobierno chavista. En congruencia, repito, es lo que deberían hacer porque son los mismos argumentos que se utilizan para evitar la apertura del sector petrolero en México.
Estaremos pendientes de esta muestra de congruencia/incongruencia.
CEMEX es una de las empresas más exitosas del mundo y es un orgullo para los mexicanos.
4 de abril de 2008
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3 comentarios:
Buen punto. Pero te van a acusar de politizar la nacionalización
Se esperaba.
Es puro folklor mexicano. Si nosotros lo hacemos es nacionalismo, si lo hace otro es una injusticia.
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