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... Los ‘migrantes’ mexicanos ocupan el interés de la opinión pública de manera recurrente. Un número importante de las notas y columnas (que) analizan las posibles causas del fenómeno migratorio ... señalan que la migración se debe a la ‘falta de oportunidades’ en las zonas rurales y que las autoridades deben utilizar fondos públicos para ‘resolver’ esta situación.
Los últimos gobiernos han reaccionado de manera similar. Todos han implementado programas que, de alguna u otra forma, canalizan recursos públicos y privados hacia las ‘zonas expulsoras’. A dicha transferencia se le denomina ‘inversión productiva’ (aunque en realidad el término es un eufemismo) y la lógica de los programas públicos es que las personas no deberían salir de su lugar de origen.
Estos programas se sustentan en una visión parcial y negativa de la migración pues se concibe como una última y desesperada decisión. Quienes hemos tenido oportunidad de acercarnos al fenómeno migratorio, nos podemos percatar que los migrantes no son gente desesperada. Por el contrario, son personas motivadas que buscan mejorar sus condiciones de vida. Los programas públicos no reconocen esta circunstancia.
Suponiendo sin conceder, que existe un ‘problema migratorio’, este no radica en que la gente quiera emigrar de las zonas rurales. En estas regiones, las condiciones de vida y las perspectivas hacia el futuro son más limitadas que las posibilidades de crecimiento y desarrollo en las ciudades. De hecho, la migración rural (y su consecuencia, la urbanización) es una señal de progreso.
¿Cuál es entonces el ‘problema’ migratorio si ya establecimos que la salida de las personas de las zonas rurales no lo es?
Si partimos del supuesto que los migrantes salen del campo y se dirigen a los Estados Unidos por ‘falta de oportunidades’, el problema no es que no hayan encontrado oportunidades en las zonas rurales, sino que no las identifiquen en los centros urbanos del país. Las ciudades son, por esencia y definición, polos económicos y, en nuestro caso, no están cumpliendo con su función primordial que es atraer esta mano de obra.
Regresando al problema de política pública, ¿que implica entonces llevar ‘inversión productiva’ al campo? ¿Que tan efectivos son estos programas? Las respuestas dependen, en gran medida, de lo que se entienda por ‘inversión productiva’.
Si por ‘inversión productiva’ nos referimos a aquella que va a mejorar la productividad del campo, entonces aumentaremos los incentivos a la migración. La inversión productiva (por ejemplo, maquinaria) hará redundante la mano de obra en el campo y las personas entonces tendrán más razones para emigrar. En este caso, la política pública no cumplirá con su objetivo expreso que es, repito, reducir la migración.
Si por ‘inversión productiva’ nos referimos a aquella que no está relacionada con la producción agrícola, esta podría ser una mala inversión para el contribuyente y los inversionistas privados (recordemos los programas públicos utilizan ambas fuentes). Utilicemos un ejemplo. Supongamos que la ‘inversión productiva’ es una armadora de autos y decidimos llevarla a una zona ‘expulsora’ de migrantes para que no tengan que salir de sus comunidades. Desde el punto de vista de la armadora, ¿se imaginan los costos adicionales que implicaría llevar los autos terminados a los puntos de venta, es decir, las zonas urbanas? Que no quede la menor duda que serán considerables y que esto implicaría un sobreprecio a los autos. En otras palabras, se venderán más caros y, si la lógica no falla, se venderán menos. La armadora no será competitiva.
En realidad, la armadora solo aceptaría trasladar sus operaciones a las ‘zonas expulsoras’ si los contribuyentes (a través del gobierno) acepta pagar el sobre costo que implica llevar la armadora al campo. El contribuyente tendría que subsidiar, de manera indefinida, la producción de autos en el campo incluyendo el traslado de los insumos y materias primas. Todo esto, porque operamos bajo el supuesto de que los migrantes no deben salir de las zonas rurales.
Reconozco que el problema es complejo, pero concluyo señalando que el problema migratorio (si es que hay alguno) no es que la gente emigre de las zonas rurales en busca de mejores opciones. El problema radica en que las ciudades del país –donde están los empleos más productivos y mejor remunerados- no representan, para los migrantes, el camino para mejorar sus condiciones de vida.
5 comentarios:
Es un problema a nivel mundial. A tu argumento hay que añadir si el trabajador rural es mano de obra no cualificada para muchos de los trabajos que hay en las ciudades, o si por el contrario pasan a formar parte de esa cantidad de gente que trabaja en la economía informal, lo que en España se llama economía sumergida. En España, durante el último año, el Gobierno de ZP se ha dado prisa en firmar acuerdo con países africanos para detener la avalancha de inmigrantes que entran de manera ilegal en el país. De momento no ha servido para mucho, pese a la propaganda electoral (elecciones el 9 de marzo)que pretendía hacernos creer que el flujo se había controlado y que la crisis económica que se percibía iba a remontar en abril, un cuento "chino" (ahora tan de moda). Al igual que el crecimiento económico, en esos días se presuponía en el 3,1 %, hoy mismo al ministro de Economía, Pedro Solbes, se le ha soltado la lengua y ha admitido que estará en torno al 1,8%, como anticipó el FMI y hasta el 2011 (Odisea y no del Espacio) España no volverá a reencontrarse con el 3% ("O tempora, o mores")...y la tasa de parados seguirá creciendo, siendo los inmigrantes los primeros perjudicados, puesto que no tienen una red social (entiéndase familiar) que les apoye económicamente para solventar sus necesidades más básicas. Algunos sociólogos han empezado ha baticinar el posible origen de problemas sociales y de inseguridad que puede vivir España.
Después de este rollo que me he marcado, ¿me puedes repetir la pregunta?
Entiendo tu punto de que el primer paso para solucionar el problema migratorio es definir el objetivo correcto, que ese objetivo no es mantener a la gente atada a las zonas rurales, y que migracion campo->ciudad no solo no es problema sino que es muestra inequivoca de progreso, que el problema en realidad es el pobre desempen^o de las ciudades mexicanas (vis-a-vis las estadounidenses) en atraer esta mano de obra rural. Hasta ahi todo claro. Lo que no me queda claro es la razon por la cual cuestionas si existe o no un "problema migratorio". Me parece que el problema es claro toda vez que miles de mexicanos cruzan ilegalmente la frontera ante todo costo y riesgo, incluyendo el de perder la vida en el intento. Me queda muy claro que en un mundo ideal y sin fricciones, mano de obra deberia fluir de puntos de oferta a puntos de demanda con tanta libertad como el resto de los factores de produccion de las economias abiertas, y que ese flujo lejos de ser "problema" es simplemente muestra de buen funcionamiento de dos o mas economias abiertas. Sin embargo, por lo pronto el flujo de mano de obra no es libre, y toda vez que se entre ilegalmente a un pais representa, en efecto, un problema que, desde mi punto de vista, es responsabilidad de *ambos* paises solucionar. El TLCAN es un ejemplo de una herramienta de ayuda mutua entre mexico y eu para aminorar, ya no digamos solucionar, el "problema" (entre muchos otros objetivos del tratado, unos mas parciales a un solo pais que otros). Pero negar que lo migratorio sea un problema me parece una postura irresponsable.
Tambien tocas el tema de politica de desarrollo rural, por llamarla de alguna manera, y sen^alas que es un tema complicado porque invertir capital en el campo equivale, en efecto, a dejar a una bola de gente desempleada al ser reemplazada por maquinas. Me parece un punto interesantisimo porque, si nuestras ciudades no estan preparadas para recibir a esa mano de obra maquino-desplazada, es de todos modos recomendable hacer estas inversiones de modernizacion en zonas rurales? Y si la respuesta es no, como hacerle entonces? Como bien dices, es un problema complicado.
Ahora, si le agregas que la Ciudad de México se ha vuelto una ciudad que esta espulsando atualmente a su población, el futuro no parece nada bueno.
Estimado Luis, agradezco tus comentarios y entiendo lo que me dices.
En ningún momento pretendí minimizar el dolor, la incertidumbre que viven las personas que deciden migrar a los Estados Unidos de manera, como dices, ilegal.
Creo que no tenemos diferencias sustanciales en nuestros puntos de vista. Probablemente la diferencia sea semántica.
Me explico. Cuando escribo en el título "¿cual es el problema migratorio?" no lo digo en un tono despectivo (no hay problema, porque tanto grito...), sino con la intención de ubicar o diagnosticar claramente el problema o el objetivo (como dices en tu primer enunciado). Mi artículo pretende ser un cuestionamiento a las políticas públicas que, como explico, considero traen un enfoque equivocado.
De acuerdo. Gracias por el comentario, y saludos.
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