El tema migratorio es un asunto complejo. Eso lo damos por hecho.
Lo que siempre me ha parecido incongruente es el discurso de un sector importante de la clase política mexicana que, en esta materia, se ubica entre la simulación y la hipocresía. Ofrezco dos razones:
En primer lugar porque utilizan (por no decir aprovechan) la tragedia personal de los indocumentados para criticar la forma en que algunas autoridades norteamericanas los matratan, sin mencionar (porque supongo que si se dan cuenta) que la principal razón por la que emigran es por falta de oportunidades en el país. Me parece falso criticar los abusos en el norte sin hacer un esfuerzo por promover medidas que hagan más competitiva y productiva nuestra economía.
Por otro lado, el discurso es engañoso porque piden a otros países (principalmente EUA) tener una política migratoria liberal y permitir un mayor número de migrantes en su país, cuando nosotros en México somos incapaces de reconocer, modificar y actualizar una política que es sumamente más restrictiva y que ocasiona tratos peores a los indocumentados en nuestro territorio. Como dice hoy Sergio Sarmiento en su columna, si Estados Unidos tratara a los indocumentados mexicanos como México trata a los migrantes de otros países, estaríamos -y con razón- todavía más escandalizados. Aquí su artículo.
24 de agosto de 2007
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