Aquí las notas de mi comentario de radio en IMER en el programa que conduce Mario Campos. Las opiniones son personales y los errores son atribuibles exclusivamente a mi persona.
Ayer, Paul Krugman recibió el Premio Nobel de Economía 2008. El comité seleccionador otorgó el mayor reconocimiento en esta especialidad al economista norteamericano (profesor en Princeton) por su trabajo e investigación en relación al comercio internacional y a los factores que explian la ubicación geográfica de la actividad económica (en inglés esto se le conoce como 'location theory').
Krugman es uno de los economistas más reconocidos por la opinión pública en los Estados Unidos. Es invitado frecuentemente a programas de análisis político y económico (tan solo este domingo estuvo en This Week hablando de la crisis financiera). Además, Krugman tiene una columna en el diario New York Times y un blog en la página del mismo periódico (The Conscience of a Liberal). Se le identifica como un férreo crítico de la administración del presidente Bush y, más recientemente, del Senador John McCain. Es importante recordar que se le otorgó el Premio Nobel por su trabajo académico y no por sus opiniones periodísticas.
Intentaré describir muy brevemente parte de su trabajo académico.
La teoría tradicional del comercio internacional (que data del siglo XIX y se le conoce como el modelo ricardiano por David Ricardo) explica el comercio internacional con base en el concepto de ventaja comparativa. Según este enfoque, los países se especializarán en la producción de ciertos bienes que exportarán y, al mismo tiempo, importarán otros bienes que no producen adecuadamente (en términos de costo) en su país.
Esto dice la teoría.
Pero en el mundo real observamos como los flujos comerciales no siguen necesariamente este patrón. Es fácil encontrar países que exportan e importan el mismo bien. Estados Unidos es un gran exportador e importador de autos.
Aquí entra Krugman.
Krugman introdujo algunas adecuaciones matemáticas (modeló las economías de escala y los costos de transportación) y perfeccionó nuestro entendimiento de los patrones y flujos del comercio internacional.
Uno de los artículos académicos que más me gustan de Paul Krugman lo escribió junto con un economista mexicano (Raul Livas Elizondo) titulado Política Comercial y Metrópolis en el Tercer Mundo (Trade Policy and Third World Metropolis). El artículo se publicó en 1996 en el Journal of Develpment Economics.
En este artículo ambos economistas intentaron explicar, de manera teórica, porque países del entonces llamado tercer mundo (por ejemplo, India, México, Nigeria, Brasil) tendían a tener las ciudades más grandes del planeta. Para Krugman y Livas este hecho era consecuencia de la política comercial, particularmente del modelo conocido como sustitución de importaciones (que consistía en cerrar el mercado nacional y permitir solo la participación de productores domésticos).
Lo ejemplifico brevemente para el caso mexicano (que por décadas adoptamos este modelo y, al mismo tiempo, la Ciudad de México creció de manera impresionante).
Si te pones la cachucha de productor mexicano (de cualquier bien), lo que te convenía era instalarte en la Ciudad de México porque era el mercado doméstico más grande y porque desde ahí podías surtir el producto al resto del país. Esta era la decisión más sensata en términos de tus costos totales (esto a pesar de lo difícil que implicaba vivir en el DF) y era la decisión más racional desde el punto de vista económico.
Con la apertura de la frontera -argumentaban Krugman y Livas- la Ciudad de México dejaría de ser el mercado más importante para muchos sectores (principalmente los exportadores) y lo que observaríamos con el tiempo sería una gradual descentralización de la actividad económica de la ciudad de México.
Los datos cuantitativos parecen confirmar esta tesis ya que, desde principios de los noventa y con la apertura de las fronteras, la Ciudad de México ha dejado de ser el polo económico nacional para los sectores manufactureros (que son los exportadores). Ahora, el país tiene muchos otros polos que pueden ser mucho más atractivos para las industrias manufactureras porque desde estos nuevos puntos (por ejemplo, la frontera) están en mejor posibilidad de surtir mercados internacionales y también nacionales.
Enhorabuena y muchas felicidades a uno de los grandes economistas de nuestros tiempos.
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