El tema de la seguridad pública sigue en la mesa. El jueves de la semana pasada sesionó en el Palacio Nacional el Consejo Nacional de Seguridad. Un evento muy vistoso y lucidor y cuyos resultados concretos están por verse.
Ayer se publicó en varios medios el texto del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad que firmaron los participantes en el Consejo. El texto contiene una breve exposición de motivos y una serie de recomendaciones e intenciones que, según el Acuerdo, se ejecutarán en los próximos meses.
Muchos especialistas analizarán, en los próximos días, la viabilidad de cada una de las medidas presentadas en el documento. Todo ello será, sin duda, una discusión muy interesante. No obstante, debo decir que, en su gran mayoría, las medidas que se presentaron en el documento no son nuevas: son replanteamientos de cosas que ya anteriormente se habían dicho.
Hay algunas otras que inclusive no es claro como contribuirán a reducir los niveles de inseguridad. Por ejemplo, en el Acuerdo se habla de… integrar en una sola base de datos el Servicio Nacional de Identificación Personal que sirva de base para el propósito de identificación personal en los trámites más relevantes…
¿De donde sale que otra base de datos con información personal y en manos de los gobiernos reducirá la inseguridad? Es más, podría argumentarse que es más peligroso porque sabemos que la base de datos eventualmente llegará a las manos de gente que la utilizará para otros fines (entre ellas la extorsión).
Por el momento no me referiré a las 75 medidas particulares que retoma el Acuerdo.
Pero si tengo que poner sobre la mesa dos puntos que, en mi opinión, son muy importantes para combatir los niveles de inseguridad. Ninguno requiere de reformas constitucionales o mas presupuesto, pero si autoridades con voluntad por cumplir la ley y ser ejemplo de buena conducta.
Es más, la experiencia internacional indica que en aquellos lugares donde se vivieron episodios de inseguridad y que con el tiempo la redujeron, encontramos la presencia de estos dos temas que voy a mencionar.
El primero es un mensaje claro y contundente que los delitos leves o faltas administrativas se atienden y sancionan. Un ejemplo. El graffiti que regularmente vemos pintado en bardas públicas y privadas, manda una señal de violación al espacio público, de pasividad de la autoridad y de franca impunidad. Su existencia molesta a los ciudadanos que cumplen la ley y envalentona a quienes quieren cometer algún delito.
Si hiciéramos un estudio, podría apostar que las ciudades con menos graffiti tienden a ser ciudades más seguras porque la autoridad está pendiente del cuidado del espacio público y que protege la propiedad de terceros.
El segundo gran elemento que se presenta en los lugares que han reducido la inseguridad es el buen ejemplo que dan los funcionarios públicos y las figuras más visibles de los gobiernos. Este tema lo toco Denisse Dresser en su columna (Casa Mexicana) que publicó ayer el periódico Reforma. Cito a Dresser:... muchos otros miembros de la clase política se refieren a impunidad como si no hubieran contribuido a institucionalizarla. Como si la impunidad fuera un fenómeno desvinculado de su propia actuación. Como si la culpa fuera tan sólo de ciudadanos apáticos y una sociedad que ha perdido los valores. Como si la impunidad no hubiera sido fomentada por gobernadores venales y líderes sindicales corruptos y presidentes acomodaticios. Como si los sentados en el Consejo de Seguridad la semana pasada no hubieran contribuido -desde hace décadas- a hacer de la impunidad una condición sine qua non del sistema político.
En el fondo, es un asunto de autoridad moral que deben tener las personas responsables de vigilar y hacer cumplir la ley. ¿Con que autoridad moral se convierten en garantes de la legalidad quienes no han hecho lo propio en su vida pública? El jueves, por ejemplo, en la firma del Acuerdo, vimos como lo firmaron varias personas que no son ningún buen ejemplo de lo que debe ser un líder político o uno sindical.
En conclusión, el jueves se presentaron muchas medidas que buscan reducir los índices de inseguridad. No se si sean las mejores o las peores. Eso no es lo importante. Lo único que puedo asegurar es que si las autoridades no atienden los delitos o agravios menores y no tienen autoridad moral para hacer cumplir la ley, sus esfuerzos serán infructuosos y tristemente, en algunos cuantos años (como ha sucedido en el pasado) nos encontraremos en el mismo lugar.
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5 comentarios:
Estoy de acuerdo con lo que mencionas, pero con respecto al graffiti el asunto no es tan sencillo como lo describes.
El graffiti no sólo manda señales de violación del espacio público. Como toda expresión humana tiene distintas calidades y distintos propósitos. En algunos casos, son usados como medio de expresión personal, en otros como medio de protesta, en otros casos, inclusive, son considerados expresiones de arte altamente depuradas y apreciadas.
Por ejemplo, en ningún momento yo le pondría un pero a que Banksy graffiteara mi barda, y más sabiendo que su obra se puede valoras en miles de libras. Otro ejemplo, el mercado Michoacán, de la Colonia Condesa, en el DF, fue recientemente decorado por graffiteros de renombre y no manda ningún mensaje de violación del espacio público.
El graffiti es un tipo de expresión, y bajo que circunstancias se realice y de que calidad sea, es lo importante del asunto.
En este sentido, yo dudo que las ciudades con menos graffiti tiendan a ser ciudades más seguras. Me parece que el asunto depende de si el graffiti esta contribuyendo al deterioro del espacio publico o lo esta embelleciendo; la cantidad no dice nada, la calidad lo es todo.
Finalmente, yo podría apostar que en ciudades y/o zonas donde el espacio público es poco apreciado y poco cuidado (tanto por autoridades y agentes privados) es donde más delincuencia hay. El deterioro del espacio público no sólo esta generado por graffiti, también puede estar generado por basura sin recoger, banquetas deterioradas, baches, falta de alumbrado público, falta de poda de la vegetación, casas sin pintar por sus dueños, perros callejeros deambulando, etcétera…y todas estas señales de un espacio público abandonado son las que dan espacio a que cualquiera se apropie de él (incluyendo la delincuencia).
Estimado el nahual,
Entiendo tu punto y creo que no estamos tan alejados en términos de nuestras opiniones.
Ahora, el graffiti que tu comentas es muy distinto al que yo tengo en mente. Tu estás hablando de un graffiti que es parte de una expresión cultural o artística y yo del que podría considerarse como vandalismo.
La pregunta importante entonces es ¿como distinguir cual es cual? ¿que graffiti es una expresión cultural y cual vandalismo?
Me parece que la diferencia estriba en que el graffiti que tu mencionas tiene el visto bueno de las partes involucradas. El otro graffiti (al que me refiero en mi comentario) es impuesto simplemente por el que pinta y normalmente tienen que pagar las consecuencias los dueños de las propiedades que son pintadas sin su consentimiento.
Lo dices muy bien. Nadie le pondría peros a Bansky, pero la gran mayoría si objetaríamos a que integrantes de una pandilla pintara la pared de su casa.
Gracias por tu comentario.
Dr.
Nos gustaria conocer sus vinculos con la organización ultraderechista neofascista llamada Yunque.
También nos gustaria saber cuándo usted y el Dr. Derbez se van a poner a trabajar para que el departamento de economía, RI y comunicaciones se mejore con la contratación de profesores de calidad. Me refiero a la UDLAP.
Ya nos cansamos de promesas!!!!
Cumpla!!!!! Queremos fuera a Raccanello del departamento de economía.
AQUI NO ESTAN CON EL MEDIOCRE DE FOX
AQUI ESTAN CON ALUMNOS CRITICOS
RESULTADOS O SE LARGAN DE LA UDLAP
NO QUEREMOS GENTE DE LA ULTRADERECHA
QUEREMOS NUEVOS PROFESORES Y CON CALIDAD
RESULTADOS O SE LARGAN DE LA UDLAP
BIENVENIDOS A LA UDLAP
SE TERMINO EL TIEMPO DE GRACIA
SI NO QUIEREN TERMINAR COMO PALOU RESULTADOS O SE VAN
Y LOS PROFESORES QUE DIJO DERBEZ QUE IBA A CONTRATAR?
RESULTADOS O SE VAN
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